Soul Teller y Andorra tienen una relación especial. El artista actuó allí hace diez años y los Andorranos le esperaban. El show tuvo las restricciones de aforo y además tuvo que comenzar con más antelación debido a las medidas del Covid pero actuar al aire libre al lado de la preciosa Iglesia Renacentista es todo un lujo y Miguel Angel Julián junto a Lorenzo moya (piano) y Joakin Hidalgo (Percusión/armónica) disfrutaron del calor que una audiencia entregada y devota les brindaron.
No faltaron Clásicos como el "Nothing Can Change This Love" de Sam Cooke o "At The Dark End of The Street"de James Carr y sobre todo sus propias joyas, como "When You Are Alone"o"I think I'm Gonna Make It" fueron eso... disparos directos al Alma.
El artista se entregó al máximo como no podía ser de otra manera ya que el show se convirtió, como Soul Teller quería, en un partido de tenis donde, desde el escenario, se lanzaban melodías fáciles de corear que el público recogía, hacía suyas y devolvía alegre ya que Soul Teller y sus tablas de tres décadas no dejan impertérrito a nadie.
Todo el mundo allí sucumbimos a su interacción junto a dos músicos bien engrasados que acompañaban a una voz aterciopelada a veces y rasgada otras que nos conmovía.
Lorenzo Moya hacía maravillas con su piano deslizándose desde el soul al rock con frescura y con maestría y su otro compañero Juakin Hidalgo (que ganó hace poco la armónica de oro en uno de los certámenes internacionales más importantes que se celebran del género en Berlín), soplaba el instrumento sin parar llevándonos al Mississippi en un instante.
Ambos músicos seguían a este Soul Man a través de temas rápidos, lentos e improvisaciones constantes y a veces diálogos desternillantes que hicieron que la velada fuera de 10.
Bravo por el "Soul Summer Tour" de Soul Teller. Eso sí que no pasen otros DIEZ para SENTIROS de nuevo por aquí.
Esperanza Collado. Diario Digital de Aragón. (DDA)
